Danielle, la niña salvaje

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Danielle es el nombre de una niña y el de una historia increíble que conjuga lo peor y lo mejor del ser humano. Abandonada a su suerte por su madre, vivió durante siete años en una casa sucia donde las cucarachas estaban hasta en la heladera, convirtiéndose en lo que se llama una niña salvaje. Sin saber hablar, tomar objetos ni tener respuesta al afecto, su historia comenzó cuando alguien de la ciudad de Plant City vio un rostro en su ventana. Luego vendría una odisea para sacarla de su autismo ambiental, las dudas sobre si podría ser “humana” alguna vez y el amor de sus padres adoptivos para alguien que en 7 años nunca recibió un abrazo.

La historia: La familia había vivido en un ambiente de alquiler por tres años, cuando por primera vez alguien vio un rostro asomarse por la ventana. Una niña pálida, con los ojos oscuros. Todos sabían que en esa casa vivía una mujer con su novio y dos hijos adultos, pero nunca nadie había visto un niño allí. La niña parecía joven, 5 o 6 años tal vez, delgada, demasiado delgada. Sus mejillas parecían hundidas y su mirada perdida.

Pasaron meses sin que ese rostro apareciera, hasta que el mediodía del 13 de julio de 2005 un coche de la policía de Plant City estacionó frente a la casa. Dos policías entraron por una investigación de abuso de menores. Alguien, finalmente, había llamado a la policía.

Afuera encontraron un auto estacionado y una mujer tirada en el asiento de atrás, llorando. Más tarde, el oficial Holste diría: “Fue increíble, lo peor que vi en mi vida”.

Los efectivos caminaron a través de una sala de estar hacinada, un caos, que Holste, intentó resumir: He estado en habitaciones con cuerpos pudriéndose por semanas, pero nunca fue algo tan malo. No tengo manera de describirlo, la orina y las heces de perros, gatos y humanos por las paredes, en la alfombra, pudriéndose”. En paredes y techos iban y venían legiones de cucarachas.

Holste miró a su alrededor y vio a una mujer, a la que le exigió saber si ella vivía ahí. “Que sí, que vivía con sus dos hijos y… una hija”. El policía recorrió la casa, abrió un armario y vio que algo se agitaba a sus pies.

Antes de ver a la niña, vio sus ojos, oscuros y redondos, fijos. Estaba sentada en un viejo colchón en el suelo. Era una niña. Pelo largo y sucio, que cubría su rostro con un brazo flaco; tenía picaduras de insectos, erupciones cutáneas y llagas en su piel. Aunque parecía tener la edad suficiente para estar en la escuela, ella estaba desnuda, a excepción de un pañal.

-¿Cuál es tu nombre cariño? Nada. La niña parecía no escuchar. El oficial buscó un juguete, pero los únicas que había estaban cubiertos de cucarachas y gusanos. Lleno de bronca, miró a la madre.

–¡Cómo pudo permitir que esto suceda!
–Estoy haciendo lo mejor que puedo –dijo ella. Lo mejor que puede una mierda, respondió Holste.

En algún momento, su madre había dicho que tenía siete años, y se llamaba Danielle.

Pesaba 20 kilos, estaba desnutrida y anémica. En el hospital intentaron alimentarla, pero no podía ni sabía tragar alimentos. Nunca había ido a una escuela, nunca había visto un médico, no sabía sostener una muñeca.

“Nunca podrá tener una vida activa”, escribió un médico en ese momento. No era para menos, ella no hacía contacto visual, no reaccionaba ni al calor ni al frío, y tampoco al dolor. De vez en cuando, gruñía.

Las revisiones de la doctora Kathleen Armstrong, el primer psicólogo que la examinó, determinaron que no era sorda, no era autista, ni tenía dolencias físicas tales como parálisis cerebral o distrofia muscular. Sólo se le diagnóstico el llamado “autismo de medio ambiente”, un ser que nació normal pero que al carecer de interacción por tanto tiempo, se había retirado en sí misma.

Los chequeos médicos y el cuadro encontrado en la casa, llevaron a los médicos a determinar que ella nunca había visto el sol, nunca había recibido un abrazo.

“Lo más increíble en ella era su falta de compromiso hacia con la gente. No respondía a los abrazos, incluso un autista responde a ellos; Danielle fue el caso más escandaloso de abandono que haya visto nunca”.”, señaló Armstrong.

El término “niño salvaje” no es un diagnóstico médico, proviene de historias de ficción, y algunas reales, de niños criados por animales y por lo tanto sin crianza. Se dice que durante el Sacro Imperio Romano, Federico II dio un bebé a un grupo de monjas. Él les ordenó cuidarlo, pero nunca a hablar con el. A su juicio, en los bebés se ponen de manifiesto, finalmente, la verdadera lengua de Dios. En lugar de eso, murió a causa de la falta de interacción.

El caso de Danielle transcurrió fuera de la atención pública, exento de medios. Quienes la ayudaban se planteaban inquietantes preguntas. ¿Cómo pudo haber sucedido esto? ¿Qué clase de madre se sentaba año tras año, mientras que su hija languidecía en su propia suciedad y hambre? Pero las preguntas más apremiantes fueron sobre su futuro.
«Mi esperanza era que sería capaz de dormir toda la noche, estar sin pañales y alimentarse a sí misma», dijo Armstrong. Si las cosas iban muy bien, dijo, Danielle terminará «en un agradable hogar de ancianos».

Mientras el juez le prohibió a la madre acercarse o llamarla mientras la investigaba por abuso de menores, fue colocada en un hogar de guarda. En octubre de 2005, finalmente ella comenzó la escuela.
Su primer maestro, Kevin O’Keefe, contó que había que darle los alimentos en la boca como a un bebé y que frecuentemente tenía episodios de agitación. “Ella no quería ser tocada. Llevó un año consolarla”.

Un año después se estaba a la búsqueda de un hogar sustituto, pero quién querría a una nena de 8 años aún con pañales, que no hablaba y no dejaba que se la tocara…

Bernie Lierow, de 48 años, remodelaba casas. Diane, de 45, limpiaba casas. Tuvieron cuatro hijos de anteriores matrimonios y uno juntos. Diane no podía tener más hijos, y Bernie siempre había querido una hija. Por lo tanto, decidieron adoptar.
En el hogar de guarda, en medio de otros niños abandonados, Diane la vio por primera vez, y llamó a Bernie para que la viera. “Ella sólo parecía necesitarnos”, dijo Bernie, pese a que, añadió, “ella era todo lo que yo no quería, pero no puedo olvidar el dolor en sus ojos”.

Llevarla a la escuela no era fácil, pese a que Diane la tomaba de la mano con suavidad, ella parecía no darse cuenta. Sólo cuando Bernie se agachaba a su altura, ella parecía concentrase en él.

Luego de dejarla en la escuela, esa noche, Bernie tuvo un sueño. Dos manos gigantes se aparecían, entrelazadas, y por ellas llegaba, deslizándose, Danielle.

El proceso de educación fue un desastre. Danielle no dormía, no se cepillaba, como no sabía abrir los envoltorios de chocolates, los comía con el papel. Con el tiempo, y con la ayuda de medicamentos para suavizar su temperamento, ella se fue socializando.

Pese a todo esto, Danielle aún no era su hija. Su madre verdadera, pese a enfrentarse a 20 años de cárcel, no quería cederles sus derechos paternos. Finalmente, los fiscales llegaron a un acuerdo: ella renunció a esos derechos a cambio de una condena de sólo dos años de prisión domiciliaria. Sólo así Danielle se convirtió en la hija de Bernie y Diane; ellos simplemente la llaman Dani.

Hoy es un día nublado de la primavera estadounidense. Luego de un año de vvir con su familia, ella no se parece en nada a la de antes. Ha crecido de estatura y su peso se duplicó. Aunque aún tiene arranques de furia incomprensibles, sus padres ven un lento progreso en ella. Ahora ella parece molesta cuando sabe que los ha decepcionado. “Es la mejor prueba de que le importamos”, dicen con una sonrisa.

Ahora toma clases con caballos para mejorar su comportamiento. A su madre no le importa que hoy haya ido cuatro veces en la mañana al baño o que robe los alimentos de otras bandejas en Mc Donald’s. Tomó meses, pero aprendió a abrazar a un oso de peluche, y mientras lo hace, esa niña cuyos ojos miran fijos la cámara de fotos, no se siente sola. Y aunque no habla (toma clases frente a un espejo y la profesora le hace resoplar con sus labios para que sienta que tiene aire y que eso puede ser el comienzo), son sus ojos los que cuentan su historia.

Notas: Historia vista en el Tampa Bay. Traducción y recreación narrativa del texto de Javier Martín.


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32 comentarios en “Danielle, la niña salvaje

  1. maravillosa historia, no la conocía. Cómo puede haber tanta crueldad en el mundo pero por suerte también hay gente como su nuevos padres. Salud por ellos.

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  4. Pobre niña!! Nunca podrá tener un futuro normal y corriente por culpa de la irresonsabilidad de su madre!
    Pero digo yo…en su casa su madre y el novio no hablaban???? porque para que la niña no aprendiera ni una sola palabra…
    Que horror…Y toda la suciedad de la casa…Cucarachas…Heces por las paredes…COMO PODÍAN VIVIR ASÍ???
    Suerte de la pareja que la adoptó, no cualquiera lo hubiese hecho, tal y como dice el texto. Un aplauso por ellos.

  5. ¡Qué fuerte! A que extremos llega la gente.
    Otro caso también sería la de dos hermanas indias que se criaron en un cobijo con las bestias. Al poco tiempo de ser rescatadas, murieron.
    Saludos

  6. Realmente para una que ha tenido hijos y conoce de lo que significa renunciar a muchas cosas para que se críen en el mejor de los ambientes, estas cosas son inentendibles, pero bueno Dios tiene Control de todo y ahora , gracias al amor de sus padres adoptivos, esta criatura tendrá un futuro muy hermoso, como ya lo es su presente.Lo cierto que esta niña ha conocido las dos caras de la vida y lo bueno es que ahora le toca vivir la mejor.

  7. Se te ponen los pelos de punta, solo pensar que pueda haber casos como estos en este tiempo.
    Bravo por los padres adoptivos y ojala acabe con un final feliz, espero y dudo.

  8. Mrd, S01-11-08

    Hola buenas gentes:

    Partiendo de la base de que «nada es verdad ni es mentira… todo depende del cristal por dónde se mira»…, sí, puede no ser cierta la narración, perooo…, ¿ y si es auténtica?…, ¿ummm?…….

    Si como parece, es real, entonces estamos en una nueva história dónde vuelven a encontrarse la… ¿frivolidad, el maltrato, el abandono, … y tantos otros calificativos mas…?, y muy probablemente no intencionados, pero sí consentidos por sus progenitores, que es fácil tuvieran las carencias mas absolutas para sobrevivir dignamente….. llegando a esto por dejación… abandono casuístico… sus mentes y corazones sabrán porqué lo han hecho así…….

    No justifico nada, es imposible hacerlo, pero tampoco como católico apostólico romano, desde mi interior, me es imposible igualmente condenarlo, máxime, que está teniendo final Feliz.

    En todo caso, como padre que soy, quiero y necesito destacar, el «inmenso ACTO DE AMOR» que están teniendo con la niña esa pareja de padres que la han adoptado; y como pequeñísima partícula que soy, un átomo, de la preciosa Vida, por aquí va mi mayor homenaje y gratitud por este acto, que solo puede verse como una Generosidad y un Amor ilimitados siempre dignos de ser imitados. ¡ Prefiero pensar y sentir así !.

    Un abrazo para tod@s.
    Ânimo.

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  10. Este caso particularmente no lo conocía, el de Genie si que había leido algo, ambas son historias que parecen ser sacadas de una película. Es triste relatar al día de hoy estas historias. Una de la que me ha impactado y seguirá impactandome es el caso de Josef Fritzl.
    Un blog muy interesante.
    Saludos

  11. Esta es una de esas historias, que nunca querriamos leer, porque te deja con una rabia e impotencia, para el resto del día. Es increible, pero cierto, por desgracia, que haya gente así, madres y no solo madres si no el marido que vivia con ella y los otros dos hijos mas mayores, que tengan la sangre fria de tener a una niña abandonada a su suerte de esa manera y lo que es peor, delante de sus propios ojos durante años, en condiciones infrahumanas, es algo que una persona normal, no puede llegar a entender. Soy madre y se lo indefensos y fragiles que son los niños, el amor y cuidados que necesitan, leer que pasen estas cosas, te dan ganas de llorar. Esperemos que no solo evolucione la vida, los medios , que lo hagan tambien este tipo de personas que destrozan la vida de esa manera.

  12. Como sociólogo puedo decir que ni es el primero ni el único caso. Como dijo Aristóteles: «El hombre es un ser social» y la no socialización sólo es propio de Dioses o Bestias. El hombre se hace en sociedad y no aisladamente y estos monstruosos casos extremos deben sensibilizarnos sobre las catastróficas consecuencias de la falta de socialización. Millones de seres humanos, sin llegar a estos casos sufren de carencias sociales- afectivas de toda índole por lo tanto debe proscribirse toda visión de que la vida tiene valor en sí misma en cuanto el corazón palpita, osea la meramente vida biológica, sin tener en cuenta la dimensión social del hombre.

  13. «Me quedo muerto…» (como se dice en mi pueblo), que pase esto en un pais que se vanagloria de estar por delante de otros en tantas cosas…
    ¿ Y los Servicios Sociales, dónde estuvieron esos 7 años?
    ¿ Y el resto de la familia, tios, abuelos, etc…?
    ¿ Y los vecinos ?
    ¿ Y los carteros ?
    ¿ Y los del gas ?
    ¿ Y……, que pasa, que nadie vio nada raro ?
    En ganaderia, se sabe que cuando se manipula en exceso la genetica, y esto se combina con la explotacion intensiva de los animales, éstos pierden instintos tan elementales como los MATERNALES, en favor de su propia supervivencia…
    Pero no estamos hablando de animales, si no de personas. Visto lo visto, algunas no merecen que se les trate como tales… ME DA MUCHA PENA…

  14. Se llama igual a mi.
    Es una historia muy triste la de Danielle. A pesar de que no nos damos cuenta, viviendo nuestras vidas egoistas y materialistas; hay muchas personas como Danielle, que necesitan ser salvadas de una madre o padre o familiares enfermos. Porque la unica manera que una persona puede tratar a una pequena nina asi, es estando enfermo

  15. Increible historia. Y q grandeza de corazon estos papas adoptivos!!! De por si se q es dificil adoptar un niño y mucho mas lo es adoptar un niño teniendo en conocimiento q tiene este tipo de dificultades. Dios quiera q Dani mejore mucho y aprenda lentamente a comunicarse. Se la ve feliz con su nueva familia. Se ve q le dan mucho amor y dedicacion. Aplaudo fervientemente esta accion. Ojala mucha gente tuviera esta grandeza de corazon. Q dios los bendiga

  16. uno al leer estas historias se pregunta como puede haber gente tan mala en este mundo que no tiene compasion por una criatura indefensa, pero al mimso tiempo me asombra como puede haber con un comportamiento como el de los padres adoptivos de dani que solo buscan dar el amor que estos niños necesitan, en verdad hay que dar gracias todos los dias, y de seguro que el Señor los bendecira siempre.

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